Es nuestro.
Y llega el Festival, nuestro Festival, con toda su magia que envuelve como un abrazo gigantesco a todos los duraznenses y a quienes llegan de todas partes al corazón del canto.
Por las calles hay un aroma especial a música y canciones. Más de medio siglo de vigencia nos otorga un justo sentido de pertenencia, porque es el pueblo mismo el que fue manteniendo al evento, apoyándolo en las circunstancias más difíciles, cuando la lluvia – inseparable compañera del camino – le castigó sin piedad.
El de hoy no es igual al del 73 es cierto, porque son otros tiempos y otras expresiones artísticas se sumaron a las tradicionales, pero, sin embargo, conserva su condición de mega- evento por el cual Durazno ha trascendido fronteras.
Por eso no dudamos que, desde esta noche, miles estarán en ese lugar único del Parque de la Hispanidad, para aplaudir a los cantores, corear sus canciones, bailar los ritmos más entradores o admirar la destreza campera que en el mismo predio se ofrece en el Encuentro Gaucho.
Nos vemos allí.
