A los niños, desde muy pequeñitos, les encanta bailar. Es escuchar música y ponerse a bailar, enseguida su cuerpo empieza a moverse.

El baile es una reacción innata en los niños. Una investigación reciente afirma que los bebés nacen programados para bailar, tienen una predisposición natural a moverse al ritmo de la música y que casualmente cuanto más sincronizan sus movimientos con la música, más les gusta.

El pequeño de la foto, lo demostró. Con sus padres, ha sentido el influjo de la música folclórica y entonces baila.

Son movimientos que les provocan placer y que van acompañados de una sonrisa, con la ventaja añadida de que se deja llevar y no siente ninguna vergüenza. La propia desinhibición les permite disfrutar del baile con mayor libertad.

No estaba en el Programa de “El Bailarín” pero…vale la pena destacarlo.