Cantar es derramarse en gotas de aire, en hilos de aire, temblar.
El recital de Vir Belhot logró en la noche de este viernes en la sala “Rosina Sosa”, lo que buscaba: la magia del reencuentro.
Por casi una hora, las canciones propias de la intérprete, algunas cantadas por primera vez y otras de autores diversos, fueron adueñándose de un público que supo disfrutar con silencio, palmas en varias ocasiones y hasta coreando temas populares como “Zamba para olvidar”, en homenaje al gran Daniel Toro fallecido el pasado 25 de mayo a los 82 años.
Gustavo Belhot en teclado y Rodrigo Suárez en percusión sumaron a la guitarra de la cantante, la música exacta que acompañó y jerarquizó la entrega final.
Vir mostró a sus conocidos dotes de cantante, una nueva faceta creativa, inspirada en historias reales y también ficticias que revelan un sentir amoroso frente a la vida,
El sonido y la decoración del escenario completaron un espectáculo hermoso para ver, escuchar y comprobar que en Durazno se pueden ofrecer momentos como éstos, donde la música y el canto logran la magia del reecuentro.
- La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso. Compositor austro-húngaro Franz Liszt.
- Fotografía de Osvaldo Hornos.
- Frase del título: Jime Sabines Gutierrez – Poeta mexicano