La música produce un tipo de placer sin el que la naturaleza humana no puede vivir.

El lenguaje más famoso y popular del mundo es la música y eso se pudo comprobar una vez más, cuando las polcas y los chamamés, interpretados por niños uruguayos y argentinos, lograron la conexión inmediata con el público.

Este domingo, como lo adelantáramos durante su desarrollo, en “La Puesta del Sol”, Enzo Castro, Nahir Rodríguez y Valentín Avila brindaron un verdadero concierto musical, de exquisita técnica, sumado a la pasión para ejecutar sus instrumentos que hizo bailar y aplaudir a las casi 400 personas presentes. Es que el que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla.

Y, además, la música es una cosa tan amplia, sin límites, sin fronteras, sin banderas, que hace posible momentos como los vividos hoy, en los cuales niños músicos de Uruguay y Argentina se unieron para gestar un espectáculo de alto nivel, para el mejor de los recuerdos.

Frase del título : Autor Confucio