“Somos como bolsas de té; no conocemos nuestra verdadera fuerza hasta que estamos en agua caliente.

La posibilidad de rendirse es una elección personal y siempre está presente. Lo que cambia es la manera de afrontar la situación.

Rendirse, para muchas personas, es abandonar, tirar la toalla, dejar que los acontecimientos y situaciones desafiantes te pasen por encima y arruinar tus sueños, tus metas y tu vida.

Rendirse, también, significa entregarse al devenir de las cosas; al fluir; al conectar con la experiencia más profunda detrás de cada dificultad sobre la que no tengo ningún tipo de control.

Estas dos acepciones de una misma palabra significan que, sobre todas las cosas que vivimos a diario, tenemos al menos dos opciones: las asumimos con espíritu de superación, o dejamos nos anulen.

Cuando tenemos experiencias cercanas a la muerte; cuando todo parece haberse destruido en un segundo; incluso cuando la vida se nos presenta completamente negra y oscura, tenemos la enorme oportunidad de empezar a aprender de esa experiencia, sin forzar, con gratitud, entendimiento, y “ver” qué hay más allá de lo obvio de ese mal momento que estamos transcurriendo.

Allí aparece un componente básico y estratégico de la fortaleza interna para no rendirse: la responsabilidad total y absoluta sobre mí, y, sobre todo, la enorme influencia que tiene el poder de la actitud.

Más allá de los momentos buenos, donde no hay mayores inconvenientes, es en las malas cuando se presentan los desafíos.

No rendirse, no significa ser inmune como un superhéroe ante lo que te afecta en forma directa y profunda. Sí significa saber que cuentas con los recursos internos de afrontamiento para poder sobrepasarlos y así, adquirir mayor sabiduría.

No rendirse, no significa que debas inmolarte ante las situaciones que ponen en riesgo tu integridad física, mental, material, espiritual y tu esencia como ser humano. Significa que en medio del temporal tendrás el temple, la serenidad y la certeza de que de esa situación tan difícil vas a salir más fuerte.

*Autor: Daniel Colombo (Maipú, 18 de octubre de 1961) es un coachescritorcomunicadorconferencistapresentador y locutor radial argentino

*Frase del título de la Hermana Busche (JUTTA B. BUSCHE).