Durazno querido.
Durazno querido.
Cuanto te quiero Durazno,
cuanto te quiero
con tus plazas hermosas
y tu Yi solariego.
Cuanto te quiero pueblo
con su gente, su historia
y los que escriben hoy
un tiempo nuevo.
Hay un olor muy rico
en tus calles enormes
y un aroma a pitangas
que invita desde el monte.
Cuelga el mundo allá arriba
con fondo de campanas
y la historia se aviva
en grietas centenarias.
Cuanto te quiero Durazno,
cuanto te quiero
con tus plazas hermosas
y tu Yi solariego.
Cuanto te quiero pueblo
con su gente, su historia
y los que escriben hoy
un tiempo nuevo.
Si me voy siempre vuelvo
porque tú vas conmigo
como vuelve sediento
a beber de tus aguas
el que calmó algún día
su sed entre los sauces
donde el Yi refugia
su inmensidad de río.
J.C.
Foto: Walter Andrés Martínez