Ellos son el campo.
Desde Durazno Hoy, mandamos un afectuoso saludo en su día a quienes le dan vida a la Tierra con su trabajo.
MILONGA DEL PEÓN DE CAMPO
siempre he montao en ajeno,
tuve un zaino que de bueno
ni pisaba la gramilla.
Paso una vida sencilla
como es la del pobre peón,
madrugón tras madrugón
con lluvia, escarcha o pampero,
a veces me duelen fiero
los hígados o el riñón.Soy peón de la “Estancia Vieja”
partido de Madalena,
y aunque no valga la pena
anote que no son quejas:
una tranquera con rejas,
un jardín grande, un chalet,
lo recibirá un valet
que anda siempre disfrazao
no se me asuste, cuñao,
y por mi preguntelé.
No se le ocurra explicar
que viene pa’ visitarme
diga que viene a cobrarme
y lo han de dejar pasar.
El hombre le va a indicar
que siga los ucalitos,
al final está el ranchito
que han levantao estas manos,
esa es mi casa, paisano,
y áhi puede pegar el grito.
De entrada le viá mostrar
mi mancarrón, mis dos perros,
varias espuelas de fierro
y un montón de cosas más.
Si es entendido verá
un poncho de fina trama,
y el retrato de mi mama
en donde rezo pensando,
mientras lo voy adornando
con florcitas de retama.
Que puede ofrecer un peón
que no sean sus pobrezas,
a veces me entra tristeza
y otras veces rebelión.
En más de alguna ocasión
yo quise hacerme perdiz,
pa’ tratar de ser feliz
en algún pago lejano,
pero la verdad, paisano,
me gusta el aire de aquí.
Versos de Atahualpa Yupanqui