La mochila del alma.
Cada año después de la vacaciones de verano, la vida nos da la oportunidad de volver a empezar.
Los adultos, las niñas y los niños revisamos nuestras herramientas de trabajo y, aunque la mochila sea la misma, ordenamos, tiramos lo que ya no sirve, seleccionamos nuevas cosas que nos pueden acompañar durante el nuevo período y reacondicionamos otras que ya tenemos, simplemente porque queremos que sigan junto a nosotros.
Pero hay una mochila, la mochila del alma – esa que arrastramos con el corazón -, donde guardamos muchas experiencias; recuerdos, alegrías y tristezas, triunfos y fracasos, orgullos y vergüenzas.
Esta mochila es la que mejor tenemos que preparar – no sólo en el colegio – para que este nuevo año sea el mejor.
Un nuevo año escolar es un enorme signo de interrogación, un desafío, una inquietud, una emoción que está dispuesta para que avancemos sobre ella.
Todos, desde la maestra, el maestro, cada niña,cada niño, pasando por las directora o el director del colegio deberíamos revisar que traemos de nuevo para compartir, que quisiéramos dejar de lado, que necesitaríamos mejorar, cuantas ganas y miedos tenemos guardados.
¿ Y si comenzamos revisando nuestra mochila?
(Texto adaptado de Red escolar)