Libertad para pensar.
El 20 de setiembre se conmemora el Día de la Libertad de Expresión de Pensamiento en homenaje a la entrada de las fuerzas del Reino de Italia a Roma, lo que puso fin al poder temporal del papado el 20 de septiembre de 1870.
La fecha de conmemoración se origina en el 20 de septiembre de 1870, día en que las fuerzas italianas y los garibaldinos protagonizaron en Roma la “Brecha de la Porta Pía”, derrotando a las fuerzas del Vaticano que se encontraban aliadas al Imperio francés.
Víctor Manuel II le ofreció al Papa como compensación una indemnización y mantenerle como gobernante del Vaticano, el pontífice se negó y no reconoció al nuevo estado italiano. Se declaró prisionero en el Vaticano y prohibió a los católicos italianos participar en las votaciones del nuevo reino.
El 11 de febrero 1929 se firmó el Pacto del Letrán, una serie de acuerdos en donde el cardenal Pietro Gasparri, en nombre de Pío XI, y el primer ministro de Italia, Benito Mussoline, en nombre del rey Víctor Manuel a través de los cuales acordaron la independencia política de la Santa Sede del Reino de Italia.
El suceso de la Brecha de la Porta Pía, representó la caída del poder del papado y los regímenes políticos con “Derecho Divino”, lo que simbólicamente significó para muchos el comienzo del fin para el oscurantismo y el dogmatismo.
En la actualidad conmemoramos el Día de la Libertad de Expresión de Pensamiento, derecho fundamental establecido en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y en las constituciones de los sistemas democráticos, del cual deriva la libertad de prensa.
Art. 19: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir información y opiniones, y de difundirlas, sin limitaciones de fronteras por cualquier medio de expresión”.
La libertad de pensamiento y de conciencia permite a los seres humanos la posibilidad de manifestar todas sus creencias y ejercer la posibilidad de recibir y transmitir información sin ser hostigados por lo que opinan.