MATTEO MOREIRA: Duraznense logra completar las 7 maravillas del Mundo

Para empezar, contanos dónde estás hoy y qué significa este momento para vos.

—Hoy estoy en Agra, en India, en la ciudad del Taj Mahal. Todavía me cuesta creerlo. Es un lugar que uno vio mil veces en fotos, en documentales y ahora estar acá en persona es muy fuerte. Para mí tiene un significado especial porque con esta visita completo las siete maravillas del mundo moderno, algo que siempre soñé e imaginé cuando comencé a viajar allá por el 2012.

—Con esta visita al Taj Mahal, se da algo muy particular para la ciudad.
—Sí, estuve en contacto con colegas del turismo de Durazno y la región y hasta donde hay registro, me comentaron, que soy el único duraznense que logró conocer las siete maravillas del mundo. Decirlo así suena grande, pero lo digo con mucho respeto y con el perfil bajo que me caracteriza. La verdad es que sinceramente lo siento más como una alegría compartida con la gente de Durazno que como un logro personal.

—¿Te acordás cuándo empezó este sueño de viajar y conocer el mundo?
—No hubo un momento puntual. Empezó de a poco, con un viaje a los 18 años al Norte argentino y Bolivia, después otro y otro. Pero siempre con muchas ganas de comerme el mundo y mucho esfuerzo. Nunca pensé en “las siete maravillas” como un objetivo cerrado; se fue dando con el tiempo. Cada lugar me fue llevando al siguiente e indirectamente al “esto puede ser posible”.

—¿Qué se te cruza por la cabeza al pensar que venís de Durazno y hoy estás en la India?

—Mucho agradecimiento. A mi familia, a mis amigos, a la gente que siempre me hace llegar buena energía. Entiendo que sigo siendo el mismo Matteo de siempre solo que con una mochila y más kilómetros y experiencias encima. Durazno siempre está presente en mi, vaya donde vaya.

—De todas las maravillas que visitaste, ¿qué tiene de especial el Taj Mahal?

—Es distinto. Tiene una energía muy particular, una historia muy fuerte detrás y una belleza difícil de explicar. No es solo el edificio, es todo lo que lo rodea y el contexto social del lugar en donde se encuentra. Estar acá, sabiendo que este era el último que me faltaba, lo hace todavía más emocionante.

—¿Cómo fue el camino hasta llegar a cumplir esto? ¿Fue fácil?
—Para nada facil, hubo momentos buenos y otros no tanto, viajes largos, accidentes, días de resignación, mucho cansancio, mucha incertidumbre. Nada de lo que logre o estoy logrando fue regalado. Pero se que siempre valió cada kilómetro. Cada paso tuvo su aprendizaje, bueno o malo y su recuerdo.

—Mucha gente de la ciudad te sigue y acompaña desde hace tiempo. ¿Qué les dirías hoy?

– A mi ciudad solo agradecimiento, simplemente eso. Los mensajes, el cariño y el apoyo se sienten, incluso estando tan lejos. Saber que desde Durazno hay gente siguiendo el viaje y alegrándose conmigo es algo que no tiene precio.

—¿Sentís que este cierre marca un antes y un después?

—Es un cierre muy lindo, sí. Pero no lo vivo como un final, sino como una etapa cumplida. El viaje sigue, de una forma u otra. Siempre hay lugares por conocer y experiencias por vivir. Vivimos en un mundo enorme!

—Si este logro pudiera resumirse en una idea simple, ¿cuál sería?

—Que los sueños se pueden cumplir, incluso viniendo desde el interior del país. No hace falta nada extraordinario, solo muchas ganas, enfoque, constancia y animarse. Yo soy una prueba de eso, nada más.