Hay baile en el cielo

El pretexto fue la nominación con su nombre de la Sala de Danza de Casa de la Cultura, pero en realidad fue un reencuentro con Oscar “Monito” Ferreira.
Las palabras del Edil Hugo Irrazabal y del Intendente Carmelo Vidalín, la canción de Andrés Amiassorho más las distintas muestras de bailes de tango y folclore, pusieron el ambiente que se merecía el homenaje cumplido en la tarde de este jueves.
Oscar vivió su vida con un profundo amor a la danza y esa pasión que heredó de los mayores, la trasmitió a nuevas generaciones que hoy son protagonistas en los escenarios de Uruguay y América.
Su familia que estuvo en tan particular momento, sintió el afecto que cosechó “El Monito” en toda su trayectoria, truncada lamentablemente cuando mucho le quedaba aún por dar a los demás.
Y quienes tuvimos la suerte de conocerle y compartir muchas jornadas, unidos por el amor a nuestra música y a la danza, sabemos que nunca un homenaje tan justo y merecido.



