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El estadounidense Mike Levy embarcó en un avión el lunes 24 para viajar de Miami a Detroit. Su compañero de asiento era un hombre llamado Hal Vaughan. No se conocían, pero comenzaron a hablar y Hal le confesó que no se le había perdido nada en Detroit, y que su viaje tenía como único cometido estar junto a su hija, la azafata que los atendía.

Pierce es azafata de vuelo y tenía que trabajar tanto el día de Nochebuena como el de Navidad. En total, seis vuelos, según informa el medio digital El Confidencial. Su padre no se resignó a que el trabajo lo separara de su hija en esas fechas tan especiales, así que compró seis billetes de avión para acompañar a su hija en los seis trayectos. De ese modo, pudo estar junto a ella -aunque fuera de a ratitos- en la navidad.
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«He tenido el placer de sentarme junto a Hal en mi vuelo de regreso a casa. Su hija Pierce era nuestra auxiliar de vuelo que tenía que trabajar durante la Navidad. Hal decidió que pasaría las vacaciones con ella. Así que está viajando en cada uno de los vuelos que ella tiene programados hoy y mañana por todo el país para pasar tiempo con su hija en Navidad. ¡Qué padre más fantástico! ¡Deseo a ambos Feliz Navidad!», escribió Levy