Pasaron las  lluvias y el pájaro Hornero (o «Albañil») se prepara para construir su nido; el agua ha mojado la tierra, entregándole el material para empezar su trabajo. Barro, paja, raíces y otras ramas son unidas hasta formar una masa arcillosa, la que es esculpida por el Hornero y su pareja hasta formar una especie de horno grueso, donde luego la hembra pondrá sus huevos.

La estructura construida -en pocas semanas-, es tan sólida después de secarse y endurecer, que puede soportar climas adversos y permanecer en buen estado durante años, transformándose en su casa por varias estaciones.

Este pájaro actúa como el mejor de los arquitectos; responde a una necesidad específica para construir una estructura justa, firme y duradera, usando los materiales disponibles e incluso permitiendo que sea usada después por otros animales.

¿No es esto arquitectura sustentable? La naturaleza hace arquitectura y parece tener mucho que enseñarnos (o recordarnos).

El nido es levantado en colaboración por la pareja de Horneros, los que buscan ramas gruesas de árboles u otros soportes firmes para empezar a unir los materiales. La masa es formada en el mismo “terreno”, para luego construir una base que definirá la orientación de la estructura.

A partir de este basamento se levanta el muro exterior en semicírculo, conformando una bóveda con una apertura lateral. Esta puerta es cerrada para terminar de formar una cámara interior, que después será tapizada por la pareja con plumas y hojas. Los muros interiores son alisados con el pico u otras ramas, aprovechando que el barro todavía sigue húmedo.

Finalmente, el interior es dividido por un muro secundario que define el lugar donde la hembra pondrá sus huevos (3 a 6 unidades), en su parte más profunda y resguardada. La estructura es finalizada en un plazo de 6 a 8 días en condiciones favorables, pero puede extenderse por más semanas.

El nido terminado pesa de 4 a 5 kilos y puede soportar hasta 100 kilos, además de lluvias, vientos fuertes o el calor del sol. Al construir nidos todos los años –muchas veces unos sobre otros- estos aparecen sobre los árboles como edificios de departamentos, que después de ser abandonados son ocupados por otras especies de pájaros o mamíferos.