Compartiendo las alturas.

Desde las alturas, las mismas donde surcan aviones de la Brigada Aérea, estas criaturas no saben de virus ni de aislamientos.
En cualquier momento, la vida reclamará satisfacer necesidades, y al mismo cielo le darán un tinte de bello romanticismo, remontando vuelo buscando su alimento.
Los caranchos, danzarán delicadamente en el espacio, girarán, darán vueltas y gozarán buscando sus sustento sin saber que ellos, el cielo y los hombres forman una trilogía perfecta que termina siendo una obra de arte en la cámara fotográfica .
Es la trilogía del amor y de la vida misma.