El Día Nacional del Mate se celebra el 30 de noviembre en la Uruguay y Argentina y se realizó por primera vez en el año 2015 para rendir homenaje al mate nacional y así reconocer su importancia para el país

Levantarse y calentar el agua para tomar mate antes de ir a trabajar o llevarse la matera ya con todo pronto. Volver y repetir la rutina, estudiar de noche y aguantar el sueño con una nueva cebadura. El mate es algo típico en la vida de los uruguayos. En lo que va del año, los uruguayos se tomaron 123 millones de dólares en mate. Con un consumo de 8 kilos per cápita de yerba, Uruguay es el país más matero.

El mate, compañero infaltable de tantos momentos cotidianos, implica mucho más que beber una infusión. Tomar mate es un gesto de amistad, de cordialidad, un sinónimo de encuentro que trasciende edades y estratos sociales.

El hábito de matear es incluso previo a la colonización, ya que fueron los aborígenes guaraníes quienes introdujeron al “hombre blanco” en el consumo de la yerba mate.

Los guaraníes utilizaban las hojas de la planta de yerba mate como bebida, ya que ran objeto de culto y ritual. Incluso era moneda de cambio en sus trueques con otros pueblos prehispánicos como los incas, los charrúas y aún los araucanos que, a través de los pampas, recibían yrba elaborada de manos de gurnies.

Caá en lengua guaraní significa yerba, pero también significa planta y yerba. Para el guaraní el árbol de yerba era el árbol por exelencia, un regalo de los dioses. Tomar la savia de sus hojas era beber la selva misma.

Gracias a sus reconocidas propiedades antioxidantes y energizantes, tomar mate también implica incorporar al cuerpo una serie de beneficios para la salud, ayuda a aumentar las defensas y a disminuir el envejecimiento celular, según opinión de expertos.

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