Comenzó hace 49 años.
A la hora de analizar y establecer méritos o responsabilidades en la creación del Festival de Folclore de Durazno, necesariamente se debe ir mucho más allá que el período inmediatamente anterior a la primera edición de este evento.
Antes incluso de que Salto realizara su encuentro nacional en el Parque Harriague, en Durazno el folclore tenía un espacio muy especial y firmes seguidores.
Resulta fundamental aquí recordar la figura del Prof. Héctor Merklen Boudelli. Oriundo del departamento de Flores, se radicó en la capital yieña donde formó su familia y donde, además de sus funciones específicas de la educación física, se mostró como un amante de la música terruñera, la que promocionó con entusiasmo contagiante, al punto tal de crear a su alrededor, un movimiento nativista de jóvenes tan entusiastas como el maestro.
Así nacieron “Los Criollos de Don Frutos”, “De Palo a Pique” y Weisman Sánchez Galarza. La danza, el conjunto folclórico y el recitado, pasaron a ser un espectáculo único que se fue metiendo de a poco en las actividades culturales del departamento, mientras el Maestro Merklen soñaba ir más allá de los propios límites duraznenses.
Aunque con una notoria influencia del folclore argentino, inevitable a comienzos de la década del 60, sus actuaciones se fueron sucediendo exitosamente, despertando así el amor al folclore a otros jóvenes que se acercaban a disfrutar la propuesta.
Yo fui uno de ellos. El querido “Tío Noé”, Bautista Díaz González, nos había aconsejado que eligiéramos el recitado como expresión más acorde a mis condiciones y así, desde los 11 años, comencé a compartir escenarios con aquellos pioneros, decisivos en mi despertar vocacional.
Cuando en 1967, ingresamos a trabajar como informativista a la vieja CW 25 Radio Durazno, conseguimos al poco tiempo una media hora diaria para realizar el Programa “Folclore en Alta Dimensión” y en 1969, un espacio todos los domingos para “Canta Durazno”.
Al realizarse la primera peña en vivo de “Canta Durazno”, en un escenario levantado por la Comuna en el Barrio “Pueblo Nuevo”, junto a los numerosos vecinos, estaba el Maestro Merklen. Su presencia fue para todos, estimulante. Al término del espectáculo, en el que participaran entre otros Joselo Díaz, Elbio Fernández, Hesmilce Scott, Emilio Umpierrez y “Los Troveros Orientales”, el Profesor se acercó a todos nosotros, nos felicitó, nos deseó suerte, nos estimuló a seguir por el camino emprendido. Nunca olvidaré ese día y aquel gesto que habla por si solo de la inmensa personalidad del Maestro y que permitió, en mi caso, mantener siempre viva la pasión por todo lo popular.
La Asociación Nativista
Las propuestas folclóricas fueron aumentando: “Los Hermanos Santini”, Pedro Larrique, “Los Vidalín”, sumados a todos los que hemos mencionado, conformaron un movimiento folclórico fuerte, que ameritó la conformación de una asociación que los nucleara.
Se crea la Asociación Nativista Duraznense que es presidida por el poeta Prof. Jorge Echenique, que realiza una serie de actividades culturales y que, amalgamando los sueños del Prof, Merklen, los de los folcloristas que participaron en el Festival de Salto y el de los que integraban la propuesta de “Canta Durazno”, elaboran un proyecto de Durazno como sede de un Festival interdepartamental de Folclore.
¿Resultaba toda una utopía? Si Salto, en un extremo del mapa, lo hacía, ¿por qué no Durazno desde el centro mismo del Uruguay?
La idea es planteada al director Honorario de Cultura de la Intendencia de entonces. El Grabador Adolfo Pastor, si bien no cerró las posibilidades, no se mostró muy entusiasmado para tomar la Comuna una responsabilidad de ese tipo, aunque no se olvidó del planteo. Cuando unos meses después el Dr. Justino Carrere Sapriza, Ministro de Transporte, Comunicaciones y Turismo de la época, vino a Durazno, la Asociación fue invitada a una reunión en el bungalow de la Playa “El Sauzal”.
Asistimos con el Profesor Echenique y Gonzalo Pérez y tuvimos la oportunidad de explicar al Secretario de Estado sobre nuestra idea. Se nos contestó que el Gobierno Nacional no estaba en condiciones de apoyar decididamente tal emprendimiento y que solo podríamos contar con descuentos en los pasajes de tren y en la impresión de los afiches alusivos. La Intendencia seguía estando como intermediario, no como parte interesada. Lo que se nos ofrecía era demasiado poco y nos retiramos de la playa con el amargo sabor del fracaso.
La Asociación siguió haciendo actividades, hasta ir desvaneciéndose por desinterés de sus propios integrantes, muchos de los cuales, ya no estaban en Durazno. Por otro lado, se desintegró el Conjunto “De Palo a Pique”, aunque José María Bedat y Julio Piñeiro siguieron cantando como solistas y Weisman Sanchez pasó a tomar la dirección de “Los Criollos de Don Frutos”.
Nosotros seguimos haciendo “Canta Durazno”. Se incorporaron nuevas caras como Silvestre Burgues, Carlos Aparicio Franco, Nelson Wilkins, David Pignata Cardozo, Miguel Angel Castro. Y en cada escenario que se levantaba en los barrios, seguíamos insistiendo sobre un Festival de Folclore en Durazno.
El SI histórico
La administración municipal cambia en 1972. El Dr. Raúl Iturria, joven y dinámico, muestra un apoyo decidido a las actividades culturales locales y al fomento del turismo interno. Precisamente sobre esta tema, se realiza el 22 de setiembre de 1972, un Foro de Turismo en el Parador de Playa “El Sauzal”, en el que participan directores de Turismo de varios departamentos y personalidades vinculadas al Gobierno Nacional, como por ejemplo, el Prof. Fernando Asunçao. Con Julio Cesar Piñeiro y José María Bedat participamos de un momento musical durante el almuerzo. Tras el mismo, en el balcón que da para el frente del Parador, Iturria señalaba a los visitantes las modificaciones que se iban a realizar en el monte que rodeaba al edificio y su intención, de transformar el lugar en una zona de camping, que agregue un atractivo más a la Playa. Sus ojos soñadores ya parecían ver las carpas instaladas bajo a los árboles indígenas y los fogones encendidos para el regocijo pueblerino.
Era el momento ideal para nosotros. Y lo aprovechamos.
“Tenemos desde hace años un proyecto para realizar en nuestra ciudad un Festival regional de folclore” le dijimos con Julio y “Pochongo”. “Están dispuestos a trabajar?” nos preguntó Iturria. Contestamos en trio afirmativamente. “Bueno – dijo el Intendente – me gusta la idea. Vamos a reunirnos la semana que viene”.
Siete días después se comenzaba a trabajar para el 1er. Festival Nacional de Folclore.
El 9 de febrero de 1973, sobre el escenario erigido a pocos metros de la pista de atletismo, que después llevaría el nombre del maestro Merklen, Roberto Diringuer, solista representando a Florida, se transformaba en el primer cantor de una fiesta que se aproxima al medio siglo de vida.