cafe

Y llegó la lluvia.

La canción quedó inconclusa. La noche preparada para escuchar las voces, se pobló de relámpagos y el agua se adueñó del escenario.

Y en la espera de un nuevo día con el tiempo como aliado, la guitarra descansa entre aroma a café y un golpeteo incesante en la ventana.

Y el cantor estira su ilusión que teje resignado porque hoy, ganó la lluvia.