Un inglés guardó 40 años el casco de un soldado argentino y viajó para devolvérselo a la hija

CASCO INGLES

Mark y Virginia

Mark Eyles Thomas lo encontró en el campo de batalla. Luego de conservarlo durante cuatro décadas, ubicó a la familia del veterano argentino Daniel Sírtori y recorrió más de 25 mil kilómetros para restituirlo.

Virginia revisó su WhatsApp, vio la foto y automaticamente  reconoció el casco. Lo asoció con una imagen que conocía de memoria: la de su papá, Daniel Sírtori, con una rodilla clavada en la nieve de Malvinas.

Eran los primeros días del año y la joven (30) recibía una noticia: el veterano inglés Mark Eyles Thomas la estaba buscando para devolverle el casco que había usado el soldado de Chajarí durante la guerra que enfrentó a argentinos y británicos en 1982.

“La aparición del casco simboliza la paz, une y deja atrás el odio”

En esos días, Thomas finalmente logró contactarse con Virginia y le prometió que pronto viajaría a la Argentina para entregarle personalmente el objeto que perteneció a su papá. Cumplió con su palabra esta última semana.

“La aparición del casco simboliza la paz. Une y deja atrás el odio. Mi viejo era eso. Era paz, unión y amistad. Él hizo aparecer el casco para dejarnos este mensaje. Lo siento así”, retrata Virginia a  con un hilo de voz. “Pasé dos días de emociones muy fuertes y quedé afónica. Disculpame”.

Virginia recibió el casco de manos de Thomas en un acto conmemorativo en el cementerio municipal de Chajarí, donde descansan los restos de su papá. “Me siento honrado de poder devolvértelo. El casco ha viajado más de 25 mil kilómetros y cruzó muchas zonas horarias. Estoy seguro de que tiene muchas historias para contar”, le dijo el veterano británico.

Una de esas historias hizo escala en Santa Fe, donde vive Agustín Vázquez, un empleado de la administración pública seguidor de la causa Malvinas. Guiado por su pasión, el hombre entró en contacto con numerosos veteranos del país y del Reino Unido en los últimos años. Uno de ellos fue Mark Eyles Thomas.

Thomas, que integró el 3PARA (Tercer Batallón de Paracaidistas) del ejército del Reino Unido durante la guerra, le escribió a Vázquez para que lo ayudara a encontrar a un veterano argentino. Ya contaba con una pista decisiva: el apellido Sírtori estaba escrito de puño y letra en el casco que el británico anhelaba devolver.

Un soldado que había combatido con el entrerriano en Monte Tumbledown encontró el casco en el campo de batalla y se lo dio a Thomas, quien lo conservó durante 40 años. Vázquez leyó el mensaje, se entusiasmó con la misión y finalmente, a través de Armando Scévola -excombatiente a cargo de la sala evocativa de Malvinas en Concepción del Uruguay que lleva el nombre de Sírtori-, logró ubicar a Virginia.

A principios de la década del 80, al igual que muchos jóvenes, Daniel Sírtori ingresó al servicio militar obligatorio en el Centro de Instrucción del Parque Pereyra, en Villa Elisa, provincia de Buenos Aires. Luego fue trasladado al Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM 5) en Río Grande, Tierra del Fuego. Tenía 19 años cuando lo reclutaron para Malvinas.

Finalizada la guerra, el “Gringo” -así lo apodaban amigos y camaradas- Sírtori volvió a Entre Ríos, ejerció su oficio de mecánico, se casó con Cristina Vello y juntos tuvieron a Virginia. El 3 de junio de 1999, a los 37 años, decidió quitarse la vida.