La ternura
Y fue allí en ese banco que te encontré aquel día
con tus manos viseras cubriéndote del sol.
Tenías en tu falda la redondez del vientre
que acariciabas suave con ternura y amor.
Han pasado los días y el banco está vacío
y hay una niebla tenue para aquel mismo sol
y en un lugar cercano son tus manos que mecen
con la misma ternura al niño que nació.
Jc
Fotografía: Andrea Medero