Vive el río en el hombre.

El libro «Al río Yi» de Jose María Santini es una de las muy buenas propuestas para los lectores, que ofrece la Feria del Libro.

Sobre la publicación, Carlos Fariello señala:

AL RÍO YI de José María Santini

VIVE EL RÍO EN EL HOMBRE

No importa el caudal del rio, ni el.color, ni el nombre, ni la forma cuando este es parte indisoluble de la esencia de la tierra y de su gente.

Mucho más cuando quien lo siente entrañablemente parte de su ser lo canta de un modo coloquial sin evitar la distancia que la realidad impone. Pero esa realidad es trascendida amablemente por medio de la poesía.

«Al rio Yí», de Joselo Santini, es eso, un canto general que discurre, como el río, y que va pintando dias y noches, cosas y hombres, tiempos y sucesos que el Yí pergeña y provoca.

Quien se acerque al texto lo descubrirá y tendrá una experiencia sensorial que viene dada por lo que el rio nos ha ido dejando, marcas existenciales, recuerdos y señas de una identidad muchas veces oculta.

El poema ha querido ei autor que sea un homenaje a los poetas que también han tenido al rio como tema, que ha sido motivo de sus obras reflejadas en el cancionero duraznense.

No hay nada superfluo en el canto, una especie de canto abierto y general para con el Yí.

«Hay en mi pueblo

de nombre frutal,

tímida manera,

y céntrico destino,

junto a un río,

de brevísimo nombre,

largo cauce,

aguas eternas,

poesías, canciones

y leyendas…»

Aparecen lo natural y lo humano, eso que todos hemos sentido frente al paisaje y otras veces ante el drama de las crecientes.

«Para que sea esta canción

memoria de la morena lavandera…»

o para que «Tatadios detenga el temporal y la creciente».

Todo es parte de un universo solidario entre lo vivido y lo que trasciende como mensaje más allá de generaciones.

Pero es también un sentido ejercicio de volver, de desear retornar a ese cauce de la memoria sin tiempo para recobrar lo pasado con la misma felicidad con que una vez fue presente.

Leerlo es ver transcurrir la existencia, con Joselo, de río y hombre, de lo que se vuelve universal por no otra cosa que la sencillez de la belleza.

Canta el hombre cuando canta el río.

Carlos Fariello