Están ahí.
Ambos fueron partes fundamentales en la historia de las Comparsas y en la fiesta mayor de éstas para los duraznenses que se reedita este sábado.
Como “El Gallo” Rojas hace tiempo, los tamboriles fabricados por sus propias manos, sus descendientes después, Gerardo y Efraín son figuras que en estos casos asoman con enorme significación, más allá de sus ausencias físicas.
Ambos, con distintos estilos, pero igual pasión por este ritmo que viene desde los tiempos coloniales, asoman al recuerdo, se transforman en una luz que ilumina el camino, que baña las caras pintadas, los estandartes, las estrellas, las media lunas y las manos que pegan hasta sangrar en las lonjas templadas de cientos de lubolos.
Por Efraín y Gerardo, las Llamadas de esta noche tienen un sabor especial.
Ellos no querrían que se quiebre la sonrisa del pueblo carnavalero y, desde la inmensidad de donde se encuentran, aportan una energía muy emotiva a todas las comparsas, sumándose al toque desde las estrellas.
Entonces, que las banderas se abran al viento, los tambores comiencen a sonar y las bailarinas den sus primeros pasos, decididas.
Y que todos disfrutemos, por ellos, por nosotros, por todos.