Un buen profesor no es solo aquel que tiene un amplio conocimiento en su área de expertise, sino aquel que enseña con dedicación y amor hacia sus alumnos.

Es fundamental reconocer y agradecer el trabajo arduo y la dedicación que un profesor de música pone en su labor educativa. 

Nuestros profesores de música son uno de esos seres especiales que enseñan mucho más que simples acordes y melodías. Ellos transmiten pasión, paciencia, dedicación y amor por el arte de crear música. Cada clase, cada consejo, cada corrección, es una muestra del compromiso y la pasión que nuestros profesores de música ponen en su labor.

Carmen Evangelisti, que lleva la música en la sangre, deja después de muchos años la tarea docente.

A través de sus enseñanzas, muchos duraznenses no solo aprendieron a tocar un instrumento, sino que también descubrieron nuevas formas de expresar sus emociones y conectar con otros a través de la música.

En su muro de Facebook Carmen Escribía: “Hoy me tocó culminar una etapa de mi vida. Desde hoy ya estoy jubilada. Agradezco infinitamente a quienes me formaron cómo docente, y a cada uno de mis compañeros con los que he compartido todos estos años de música y amistad. Y sobre todo a mis alumnos, quienes me dieron la posibilidad de ser cada día mejor. Y con ésta frase me quedo: Los hijos que de mi cuerpo faltaron, me han ido apareciendo por ahí. No tienen mi ADN, ni heredaron mi nariz, pero siempre tendrán algo de mí. Simplemente Gracias.

Los maestros de música desempeñan un papel crucial en la sociedad, ya que forman y moldean a las futuras generaciones de artistas y músicos.

Gracias Carmen por tu tiempo dedicado a enseñar y que encuentres en la nueva vida que comienzas, la melodía perfecta que es descubrir la felicidad.

 

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