Equidad territorial 6: Cuando el circo importa más que la producción.

Aunque parezca increíble más de 1.900 efectivos policiales se destinaron para “cuidar” a los parciales de dos clubes de Montevideo que juegan un partido de fútbol. Es una cifra disparatada para nuestras pequeñas dimensiones sociales y como sucede desde hace años, de diferentes departamentos del país tienen que trasladarse efectivos para que los capitalinos tengan su sesión de circo en paz!!
Al mismo tiempo, y en el mismo país, uno recorre kilómetros y kilómetros y no se cruza con un solo móvil de la policía y muchas de las antiguas seccionales rurales son taperas. Centenares de productores rurales han abandonado la producción ovina hartos de los permanentes robos que quedan impunes o la depredación realizada por los perros. Y, vaya paradoja, eso sucede cuando la producción ovina de doble propósito encuentra un notable estímulo con los favorables precios y una demanda internacional creciente.
Pero a las masas urbanas, especialmente a la capitalina, eso poco o nada le importa. “Pan y circo” reclaman y los Césares de turno – desde hace muchas décadas – compran su propia tranquilidad y permanencia en el poder al alto precio de complacer a sus clientelas.
Ya los griegos advirtieron que la principal enfermedad de sus democracias – que terminaron destruyéndose – era la demagogia. Esta se construye sobre la constante actitud de adular a las masas estimulando sus emociones primarias y una propaganda insistente en prometer mejores niveles de vida sin exigir que todos contribuyan a ese fin mediante el trabajo. En este camino, la alteración del orden lógico de las prioridades es una señal clara del equivocado camino.
Si los principales medios de comunicación y hasta algunas autoridades de gobierno de un país hablan durante casi un mes si se juega o no se juega un partido en un estadio determinado pero no destinan el mismo tiempo, energía y recursos para hablar de cómo los productores rurales siguen abandonando el campo y otros se arruinan trabajando, algo ha sido alterado.
Si se destinan 1.900 efectivos policiales para 90 minutos de un juego mediocre y, al mismo tiempo, se vacía el interior del territorio nacional de esos agentes de seguridad imprescindibles para que las familias productores trabajen con tranquilidad, algo ha sido alterado.
Si no se informa que costo económico tiene para el Estado financiar toda esa parafernalia de seguridad que se monta ante cada clásico, que va a beneficiar solamente a los grupos económicos dueños del fútbol pero se hace insistente propaganda por unas pocas moneditas que muy tarde se invierten para ayudar a algunos pequeños productores, las cuales no han impedido que cantidad de tambos familiares hayan cerrado, algo ha sido alterado.
Cuando el circo y la fiesta predominan siempre sobre el trabajo y la producción es evidente que algo profundo ha sido alterado para mal en una sociedad.
Por Oscar Padrón Favre
Foto: http://OvacionDigital.com.uy/ Marcelo Bonjour