Hacer posible la ilusión

Empieza la cuenta atrás. Ya queda muy poquito para llegada de los Reyes Magos de Oriente y los niños empiezan ya a contar los días que quedan para disfrutar de ese día mágico, en la que los Reyes Magos irán a casa y les dejaran sus regalos.
Así, los niños verán cumplidos sus deseos, sus ilusiones se habrán hecho realidad y los mayores recordaremos nuestra infancia a través de la sonrisa de nuestros hijos.
¿Hay algo más bonito que ver los ojos de nuestros hijos o nietos llenos de ilusión? ¿Algo más enternecedor que la inocencia?
La ilusión reside en la capacidad de poner pasión en aquello que hacemos y hacérselo sentir a los que nos rodean
Que la ilusión no es algo que vive exclusivamente alrededor de un regalo. La ilusión es mucho más que imaginar que es real una historia mágica. La ilusión es una manera de vivir, pero una manera realista de vivir. La ilusión no es confiar en que algo mágico te hará la vida feliz, la ilusión consiste en ser, actuar como un rey mago el 21 de mayo, o Papá Noel el 11 de enero. La ilusión reside en la capacidad de poner pasión en aquello que hacemos y hacérselo sentir a los que nos rodean.
No olvides que no hay mejor regalo que aquél que no se espera; que regalar tiempo para escuchar a los que lo necesiten; ayudar a los que no tienen ayuda, eso solo lo pueden hacer aquellos que una vez estuvieron absortos por la ilusión.
La ilusión consiste en seguir siendo un rey mago una tarde cualquiera de otoño o primavera, una mañana de verano o de invierno
La ilusión es la manera en la que la vida nos sorprende, un día pizza para cenar, salir a montar en bici, una excursión, alguien que te sonríe, reencuentros, momentos, instantes de pura vida.
Los Reyes Magos no son más que una oportunidad para hacer sentir y sentirse bien, así que, qué más da que sean magos de oriente, señores mayores obesos vestidos de rojo, pastores, padres o madres… Todos representan la ilusión y los padres la hacemos posible. Hacer posible la ilusión es tarea de padres y madres.
La ilusión se enseña, se transmite, se hereda. La ilusión se ve, la ven los niños en sus padres y madres, porque somos los padres y madres los que la llevamos a nuestra casa, los que se las enseñamos a nuestros hijos. Te lo repito la ilusión consiste en seguir siendo un rey mago una tarde cualquiera de otoño o primavera, una mañana de verano o de invierno.
Para ilusionar hay que abrir los ojos y los oídos, enseña a tus hijos a eso y los convertirás en futuros reyes magos. Es muy fácil eso de regalar oro, incienso o mirra, eso lo hace cualquiera. Lo duro, lo difícil, es regalar, día a día, tiempo, dedicación, apoyo, guía, confianza a pesar de los pesares, regalar perdón, ilusionarte con sus ilusiones, acompañarle en sus decepciones.
Sé un ejemplo real y cotidiano de que los reyes magos existen: se llaman como tú, papá y mamá.
Por Maite