Nadie debe sentirse ajeno a la tarea de tratar de tener una ciudad mejor.

Los duraznenses todos, estamos de fiesta. Como en cada octubre, recordamos cuando por orden del Gral. Rivera, se fundara la “Villa San Pedro del Durazno” en el año 1821, procurando levantar un baluarte defensivo para dar seguridad a la campaña del ejército y para brindar un hogar a las humildes familias criollas; por eso se sostuvo en su momento que Durazno fue fundada con los “huérfanos de la Patria”. Recién en el año 1906 fue declarada Ciudad.
La Historia de Durazno es muy rica, en todos sus aspectos, porque aquí han nacido y vivido seres excepcionales que trascendieron los límites departamentales. Fueron a su modo escribiendo esa historia, cimiento fundamental en el Durazno de Hoy, que mira con orgullo ese pasado, pero que tiene un futuro por delante del cual todos somos responsables.
Y creo que esa mirada a lo que vendrá, es la que nos debe preocupara toda la sociedad, que sueña con un Durazno mejor, pero muchas veces no abandona su puesto de simple espectador, para pasar a ser verdadero protagonista de su destino.
Decía hace unos años el gran Alberto Gallinal, quien tenía muy en cuenta la parábola de los talentos –que es una de las que debería preocuparnos a todos, creyentes o no creyentes–, en el sentido de que cuando llegue la hora del juicio inevitable, nos van a pedir cuentas sobre el uso que se hizo de las posibilidades potenciales que cada uno tuvo; y si por alguna razón pudo presentarse tranquilo ante este tribunal, es porque asumió los deberes de su posición.
Hablándole al pueblo de Durazno Gallinal decía: “Todos queremos tener un gran gobierno, pero para tener un gran Gobierno, debemos empezar por ser un gran Pueblo. Qu ha hecho Usted, Usted o Usted vecino de Durazno para tener un gran Pueblo?”
Esa pregunta formulada en voz alta hace más de 40 años, podríamos hacerla hoy.
¿Tenemos el Durazno que queremos?
¿En qué medida hemos contribuido todos a lograr el Durazno que soñamos?
Los gobernantes pueden tener las mejores intenciones, formar los más capacitados equipos, hacer destacadas planificaciones, concretar interesantes proyectos, pero hay una tarea ineludible, única y exclusiva de los duraznenses que es su propia Responsabilidad Social, una actitud que debe empezar en uno mismo y que debería inculcarse desde la familia y la escuela.
Respetar el tránsito, la limpieza e higiene de la ciudad, cuidar los lugares públicos e incluso, tener un trato que corresponda con el sentido de vecindad. En el día a día se toman muchas decisiones y la diferencia entre tomarlas con una actitud socialmente responsable o no es la diferencia entre tener una sociedad responsable o no tenerla. Está en nuestras manos, o mejor dicho en nuestra actitud.
Nadie debe sentirse ajeno a la tarea de tratar de tener una ciudad mejor. Nadie.
Por este motivo es necesario que cada uno de nosotros empiece a aplicar la “Responsabilidad Social” en su propia casa. Por un lado, conseguiremos que las generaciones que suben, lo hagan con una actitud responsable y los que ya hemos “subido” reprogramemos nuestros actos hacia actos responsables.
Si cada uno de nosotros vive con una actitud responsable, todos viviremos mejor.
Quienes tenemos la suerte de vivir en el Durazno del 2025, debemos, necesariamente, hacer un análisis hacia adentro de nosotros mismos y buscar que lugar protagónico tenemos en la construcción del Durazno del futuro, ese que disfrutarán seguramente nuestros nietos, en tiempos que, a la luz de lo que pasa hoy en el mundo, serán más difíciles que los actuales.
Y creo que la mejor manera es teniendo una actitud positiva, ahuyentando las pequeñeces que muchas veces nos distraen, valorándonos en lo personal y valorando al semejante.
En esta fecha de regocijo popular por el cumpleaños de la ciudad, los invito a todos los duraznenses a asumir una actitud positiva y en cada lugar de la trinchera que estén, ayudar a construir la ciudad que todos nos merecemos. –