carpa inundados

La crecida del Yi, las inundaciones, que son fisonómicas de Durazno desde su propia fundación, muestra una serie de facetas que provocan una mezcla de sensaciones que van desde la impotencia a la indignación.

Impotencia porque sabiendo que es algo que existe, que nos aparece muy seguido, no hemos encontrado la solución definitiva a tan candente problemática.

Indignación, porque en el esfuerzo por ayudar muchas veces se deja a un costado lo estrictamente humano, para recurrir a lo práctico.

Nos salva es bueno decirlo, que somos una sociedad extraordinariamente solidaria. Si las cifras reales de los evacuados nunca se conocen con exactitud, es porque muchos lugareños ayudan, cobijan a los afectados, sin promocionar esa acción. Simplemente porque les aflige la situación del familiar o el vecino.

Pero la discusión en torno a las formas de atención a los evacuados por parte del Comité de Emergencia, ha tenido un amplio campo de acción, especialmente en las redes sociales y el periodismo.

Mantener a las familias afectadas en el frío de las carpas, cuando hay una capacidad locativa que antes no existía, con varios gimnasios desparramados en distintos barrios de la ciudad, es una decisión equivocada e incomprensible.

Una opinión que muchos comparten y otros pocos no. Y entre los que creen que todo se ha hecho bien, muchos apuntan con sus críticas a los periodistas que se han manifestado desconformes con el accionar de quienes tienen poder de decisión en este tema .

El Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente y hay cierta crueldad en este oficio.

En una cierta manera nos atrae el hecho de que tenemos que ver a los personajes de la actualidad, de los que nos tenemos que ocupar, poniéndolos al desnudo, intentando saber cómo son más allá de la apariencia. Y esto es cruel porque la gente no ama ser desnudada y luego ser descrita en su desnudez, en su realidad, la que nos parece a nosotros, que no quiere decir que sea una verdadera realidad. Por tanto, hay algo de crueldad.

Que el perro muerda al hombre no es noticia; que el hombre muerda al perro es noticia. Sólo que a los hombres no les gusta verse descritos mientras muerden a un perro, ésa es la crueldad.

El límite es muy subjetivo. No hay una regla y no puede haberla, porque cualquier regla sobre este punto disminuiría la autonomía del periodismo, así que la regla se remite al sentido de la responsabilidad del periodista. No todos los periodistas y no todos los periódicos tienen este sentido de la responsabilidad.

Los periodistas que en Durazno hacen su tarea son responsabilidad, que recorren el trayecto de la comunicación sin pensar en las prendas que se pueden perder en el camino, son dignos de ejercer esta Profesión y orgullo de sus pares.-

“Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás son relaciones públicas”. George Owell