El Dr. Nepomuceno Raúl Iturria Igarzábal, nació en 1935, en el departamento de Durazno, paraje Las Cañas, jurisdicción de la Capilla de Farruco.

Cursó primaria en una escuela rural y el primer ciclo de secundaria en el Liceo de Sarandí del Yi, completando los cursos de bachillerato en el Liceo Departamental de Florida. Cursó estudios de derecho y obtuvo el título de Doctor en Derecho y Ciencias sociales en la Universidad de la República; realizando estudios de post-grado en la Universidad Complutense de Madrid.

Hizo ejercicio liberal de la profesión de abogado y fue asesor letrado de ANCAP y del Banco Hipotecario del Uruguay.

Fue electo Intendente Municipal del Departamento de Durazno en dos oportunidades, cargo que ejerció entre 1972 a 1976 y desde 1990 a 1993, año en que pasó a desempeñarse como Ministro del Interior. Posteriormente fue Ministro de Defensa y Senador de la República, ocupando todos estos cargos como representante del Partido Nacional.

Vinculado al tradicionalismo ha colaborado con varias instituciones de tal naturaleza existentes en Uruguay y la región rioplatense, caso la Sociedad Criolla “Dr. Elías Regules” de Montevideo. Es integrante también del Rotary Club de Montevideo y Miembro de la Academia Marítima y Fluvial de Montevideo y del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay.

Ha participado de numerosas reuniones académicas referidas a los temas de su interés y ha brindado numerosas conferencias en el país y el exterior.

Entre sus publicaciones se destacan Tratado de Folklore (2005), Nuestro campo en dos visiones (en colaboración con el artista Claudio Silveira Silva, 2007); Hernandarias. De tropero a estadista (2007); 1958. El año que cambió la historia (2008); Con los ojos del alma (2009); Versos del tiempo (2010), Hojas sueltas (2011), Benito Nardone «Chicotazo» (2019).

FIN

Ando pescando recuerdos

en las lagunas del tiempo

encarnando con nostalgias

los anzuelos del silencio.

El agua azul que refleja

los sauces y sus melenas,

es el lugar más precioso

para saborear las penas.

Y si el hombre solo, es

más suyo por paz interna,

me gusta ser pescador

para rumiar mis tristezas.

Hasta el ombú que en su vida

hace del rancho tapera,

un día se vuelve tierra

vuelta polvo su existencia.

Así también, todo humano,

tiene un fin; para el que llega

con todo el quehacer que ha hecho

en la vida que viviera.

El pasaje del Dr. Iturria por el gobierno departamental de Durazno, dejó importantes logros para la comunidad. En el año 1974, puso énfasis en procurar disminuir la incidencia negativa que históricamente sufría la ciudad capital del departamento, con las crecidas del río Yi. Las penurias de los cientos de familias desalojadas como directa consecuencia, fue una preocupación constante del gobernante. Fue así que elaboró una Ordenanza de zonas inundables, que a grandes rasgos procuraba establecer límites para la autorización de la construcción de viviendas y preveía la erradicación de los moradores de las zonas más afectadas, construyendo en su administración, el primer núcleo de viviendas para tal fin.

En lo cultural, fue fundamental su decisión de concretar la realización del 1er. Festival Nacional de Folclore en el año 1973 y la creación del Coro Municipal tras propuesta presentada para su dirección al recordado Prof. Raúl Evangelisti.

En su segunda administración municipal, propició la creación de “Domingos Juveniles”, actividad cultural y recreativa que se cumplió con mucho éxito durante varios años.

En el año 1992 inauguró el Parque de la Hispanidad que hoy es un lugar de amplia concurrencia de lugareños y extraños y donde, por sus características únicas, se efectúan eventos internacionales de gran magnitud.

Dueño de una personalidad fuerte, pero de actitud campechana, amante de lo popular por excelencia, dejó tras su retiro a la función pública, una imagen de respeto y reconocimiento de los duraznenses, más allá de los colores políticos.

El Dr. Raúl Iturria es sin duda un duraznense digno de destacar en este mosaico de nombre relevantes.