Raquel Ramona Cabrera Elliot, nació en Molles de Porrúa 5ª secc. de Río Negro el 28 de julio de 1922, hija de Gregorio Cabrera y Yessie Isabel Elliot Henderson en 5º lugar dentro de los 7 hermanos.

Concurrió a escuela rural a caballo con una de sus hermanas, pero no la terminó ya que pertenecía a familia muy humilde. Tenía como vecinos a la prestigiosa familia Leites Garay dueños de estancia Santa María y que con el tiempo fueron parientes. Contaba Raquel que un 16 de abril del 1944 en uno de los bailes que acostumbraban a realizar en casas de campaña (llamados asaltos), conoció a Luis Eduardo Leunda Viera, con él contrajo matrimonio el 11 de agosto de 1951. Pasó a vivir en el puesto de la estancia La tijereta propiedad de su suegro don Martín Estanislao Leunda Sierra. Dio a luz en paso de los toros dos hijos varones que se llevaban 3 años y que cuando tuvieron edad escolar, se mudaron para Paso de los Toros.

Raquel   acostumbrada a realizar distintas manualidades que había aprendido en familia de los Leites.  Ya avizoraba su pasión por la cocina de modo que la vida en la ciudad no le distraía en nada. Fue así que en 1961 vinieron hasta Durazno y conocieron la granja Doña Elvira de la familia Antonaccio Grassi sobre la ruta 5 cerrando negocio el 7 de febrero del mismo año.

Contaba Raquel que cursaba el tercer embarazo que le daría una hija mujer muy deseada. La chacra la poblaron con aves y vacas lecheras que fue la tentación para Raquel. Empezó a elaborar dulce de leche con el sobrante del consumo diario y de a pocas mermeladas de la fruta de estación. había colocado en el alambrado un cartel: «Se venden dulces caseros».

Debido a que la producción de mermeladas fue en aumento comenzó a viajar en la ONDA a Durazno para comercializar sus delicias. Lo hizo puerta a puerta con su sonrisa espontánea conmovedora y llevaba de compañía a su hija, ALICIA, logrando dar un muy buen ejemplo de cómo ganarse el sustento ya que la situación de su familia le impidió realizar estudios. Siendo soltera y con su primaria incompleta dictó clases de lectura y lenguaje a niños cercanos y familiares de los Leites. En los años 70 había solicitado permiso en cada una de las oficinas públicas (jefatura de policía, caja de jubilaciones, oficina de impositiva para entrar a vender sus especialidades.

Se debe destacar que nunca contrató a nadie que le ayudara, ya que Raquel, la Sra. de los dulces como la llamaban, desarrollaba las tareas de la casa, crío y educó con el mejor ejemplo y mucho amor sus tres hijos y en los inviernos se hacía un espacio para tejer a mano al lado de la estufa a leña.

Nunca faltó un delicioso postre ni alfajores caseros o bizcochitos de anís para la merienda.

En 1992 ya enviudada, vendió la chacra del km 178,500 y se mudó a la ciudad donde continuó con sus especialidades hasta el 1995 que falleció su hijo Iván con tan sólo 38años. La angustia y dolor insuperable le fue acercando una demencia senil y aun así disfrutó de sus 4 nietos hasta que una fractura de cadera provocó su partida el 4 de diciembre del 2007.

Servicial, amiga, conversadora y con ganas de superarse en la vida, así recuerdan amigos y conocidos a Raquel Ramona Cabrera Elliot.

Adelantada a su tiempo, fue a su manera una “Delibery” que llevó la mejor dulzura, que ella misma elaboraba, a cientos de hogares duraznenses.