Que será, que pasará?

Un recuerdo del cantautor Pablo Estramín, en el 13er. aniversario de su temprano fallecimiento

Me encanta escribir y tengo la suerte de hacerlo sin mayor esfuerzo, pero cuando llega esta fecha hay algo superior que parece alejar mis manos del teclado. Son tantos los momentos compartidos y las anécdotas en lo particular y en lo profesional, como lo es en igual cantidad el dolor de su ausencia!

Hace trece años, el 18 de junio de 2007, Pablo Estramín fallecía en su ciudad natal a la edad de 47 años. El cantautor y docente Tabaré Arapí, lo recuerda a través de esta semblanza que nos permitimos compartir.

«Estábamos en la antesala de la radio CX 30, esperando para entrar al estudio donde Washington Benavides realizaba su programa ‘Canto popular’ los domingos por la mañana. En eso llega y se presenta un joven peinado a la gomina, de ojos grandes y pícaros, vestido de saco azul y pantalón gris. Nos saluda y me dice: “A vos no te conozco. Soy Pablo Estramín”. Le dije mi nombre y ahí me hizo la primera broma, que durante el trascurso de nuestra amistad fueron cientos.

A Pablo le gustaba hacer bromas, le gustaba reír, le gustaba estar en lugares donde la gente estuviese contenta. Por más dura que fuera la situación, y lo era, en plena dictadura, él ponía su cuota de “Vamos arriba!”. Tal vez porque era un joven de veintipico, como canta en su primera milonga grabada, se fue aquerenciando a nosotros, los más grandes.

Nos hicimos compinches, amigos, compañeros, y no solamente de canto, sino de la vida. Compartimos más escenarios de esta que artísticos.

Y un día, como se dice ahora, marcó la diferencia con un disco que tituló ‘Que será, que pasará’ y no detuvo más su carrera artística. Logró en un país difícil ser popular, muy popular, convocando multitudes a su favor y también en su contra. Nos veíamos menos, sus giras, sus trabajos, su forma de estar donde se debe estar en los medios, no le dejaba mucho tiempo. Pero un día me llamó para decirme que “estaba igual que yo”, que había dejado la ingesta del alcohol. Y la última vez que estuvimos juntos fue en Guambia, brindando atrás del escenario con «agua clara y cristalina», en un espectáculo que organizaron Alberto Silva y Marcelo Díaz con la rueda de ‘Amargueando’.

Otro día, ya enfermo, me llama desde su programa del SODRE y me dice: “En cinco minutos salís al aire para hablar de Artigas”. A mis protestas por el poco tiempo para preparar algo, se rio y me dijo: “Vos sabés”. Y me dejó con el operador.

Hoy ya hace ya trece años que se fue de gira y me parece verlo todavía haciéndome una broma y amagando que corría por las dudas a mi reacción. Y bueno, Pablo, “qué será, que pasará….”… te seguimos extrañando, gurí.»