“Con el pucho de la vida apretado entre los labios,

La mirada turbia y fría, un poco lento el andar,

Dobló la esquina del barrio, curda ya de recuerdos…”

Andrés Cepeda (Las cuarenta)

Por Carlos Fariello

La vida tiene esas cosas, nos trae y nos lleva muchas veces, lo que más queremos.

La vida pasa y en esa pasada deja otras cosas, el recuerdo prendido en los almanaques.

En la noche del 16 de junio de 1992, se iba la vida de un personaje colorido y entrañable de este Durazno, el “Pocho” Colman.

Un personaje de esos que de tanto en tanto aparecen sobre la faz de la tierra. Entre el marginal y el muchacho de buen corazón. Entre el ser pobre pero rico en sentimientos (aunque muchos no lo crean) y que el alcohol fue transfigurando poco a poco, pero que igual, y así, era un personaje de la vida nocturna.

No nos asiste el derecho de juzgar al hombre, pero sí de decir que ese bohemio, que transitaba la ciudad desde los barrios hasta el centro, caminante de sueños con sus desventuras a cuesta, con su tradicional canto de “linyera soy …”, era un linyera herido. Con sus relatos de fútbol de Maracaná y de la celeste, que a veces, cuando las copas no lo habían tomado del todo, llegaba a erizarnos la piel por el sentimiento que le ponía a los mismos, en una respetuosa parodia del “Gran Carlos Solé, se metía al público en el bolsillo.

El “Pocho” se ha ido y con él su triste figura de quijote de eternos mostradores.

El que buscó todo lo que mujeres y hombres buscamos, esa felicidad a veces esquiva y cara, pero necesaria al fin.

Julio María Colman camina hacia las puertas de San Pedro, entre copas y chistes, entre niños que lo corretean y le gritan, por la ciudad que le saluda con mano luminosa y extendida.

A quien supo con la farsa de la vida darle el punto final a la tragedia, tragedia del vivir que fue su pan cotidiano junto con la picaresca, alimento de muchos pobres de bolsillos, pero de corazones siempre abiertos.

Texto re-escrito sobre publicación de El Acontecer del sábado 20 de junio de 1992, suplemento Fin de Semana.

Fotografía de Jorge Nogueira.