arando

Mientras tú vas a la escuela, hay un hombre en la tierra.

Mientras tú vas a jugar, o a la playa, hay un hombre en la tierra. Hay un hombre que planta y que ara.

Que siembra y cosecha. Que arrea animales. Que esquila y carnea.

Salvo los pescados, toda la comida que a tu mesa llega, viene de la tierra. El pan y la harina. Porotos, lentejas. Todas las verduras vienen de la tierra. Y también la carne. Y también la yerba.

Para que tú existas y vivas y crezcas, tiene que haber tierra. Para que tú estudies. Para que tú juegues.

Mas la tierra sola, de nada nos sirve sin el hombre en ella.

Todos dependemos del hombre en la tierra.

Tú no jugarías, ni irías a la escuela y no habría ciudades si no hubiera, siempre, un hombre en la tierra».

 

Autor: Julian Murguía