Si uno mira sus colores, son distintos. Ambos disfrutan el nido que se construyó durante mucho tiempo, ir y venir con sus picos cargados.

Son distintos en su plumaje, pero viven bajo un mismo techo y a él traerán muy pronto sus pichones.

Como los pájaros, la vida del hombre es parecida.

Y en los tiempos que corren es bueno tenerlo en cuenta. Se puede ser diferente, pero hay algo que nos une.

Somos de un mismo suelo.

Distintos pero dichosos de donde vivimos y comprometidos con un futuro mejor.

Claro que somos distintos, pero también somos iguales. Es necesario estar dispuestos a accionar y compartir en grupo con los demás.

En la vida tenemos que luchar por todo aquello con lo que soñamos, si somos valientes y decididos conseguiremos hacer de nuestros sueños una realidad.

Como los pájaros, debemos apostar a luchar por las cosas que importan, juntos, más allá de los colores.

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