Foto: Andrea Medero Ferrari

 

Y fue allí en ese banco que te encontré aquel día

con tus manos viseras cubriéndote del sol.

Tenías en tu falda la redondez del vientre

que acariciabas suave con ternura y amor.

Han pasado los días y el banco está vacío

y hay una niebla tenue para aquel mismo sol

y en un lugar cercano son tus manos que mecen

con la misma ternura al niño que nació.

Jc

Fotografía: Andrea Medero