Los pacientes con psoriasis logran mejorar su calidad de vida. con tratamientos que permiten el aclaramiento de la piel.

Las nuevas terapias para la psoriasis logran el aclaramiento total o casi total de la piel y ello determina una mejor calidad de vida de los pacientes. Para lograr estos objetivos, el desafío sigue siendo que el diagnóstico y el tratamiento se realicen en forma temprana.

Estos conceptos fueron vertidos en un encuentro virtual entre médicos uruguayos y argentinos con pacientes de psoriasis, organizado por la Asociación de Psoriasis Uruguay (APSUR).

El rol de las organizaciones de pacientes: educación, información y empoderamiento, fue el disparador de un fructífero encuentro, del que participó el médico dermatólogo argentino Dr. Alberto Lavieri, las médicas dermatólogas uruguayas Claudia Guebenlian, Patricia Levrero y Mercedes Laporte, el Presidente de APSUR, Gustavo Di Genio, y más de 50 pacientes que se conectaron a través de la plataforma Zoom.

En primer lugar, se profundizó en que la psoriasis se desarrolla por alteraciones inmunológicas y por factores desencadenantes (estrés, infecciones, cambios ambientales, entre otros aspectos). Todas estas alteraciones generan que el cuerpo produzca células hasta 10 veces más rápido de lo normal, produciendo una inflamación en el cuerpo.

A nivel internacional, los tratamientos para la psoriasis han tenido grandes avances a partir de un cambio en la concepción de que no se trata exclusivamente de una enfermedad de la piel, sino que es una patología sistémica, inflamatoria, inmunomediada, que también afecta a otros órganos.

Hoy, con las nuevas terapias se puede obtener el aclaramiento total o casi total de la piel, lo que redunda en una mejor calidad de vida para el paciente. Sin embargo, existe consenso en que para lograr ese objetivo es fundamental que el diagnóstico y el tratamiento de la psoriasis se realicen en forma temprana.

El tratamiento temprano sigue siendo un desafío porque no sólo evita el impacto inflamatorio en la piel, sino también en todo el cuerpo. La psoriasis tiene -en un gran porcentaje de los pacientes- una serie de comorbilidades, como la artritis psoriásica, la depresión y los problemas cardiovasculares, entre otros.

En Uruguay los tratamientos disponibles se dividen en cuatro categorías: tópicos (cremas, lociones, ungüentos, champues), fototerapia (UVB – Puva), convencionales y sistémicos (Metrotexate, Acitretin, Ciclosporina) y los de avanzada, denominados biológicos (Anti-INF, Anti-L17).

¿Y el paciente?

Es claro que el paciente ya no debe ser sólo un receptor de las indicaciones médicas. Para ello es imperativo que sea proactivo, que esté informado sobre su enfermedad, que discuta con su médico sobre cuál es el tratamiento más efectivo y seguro para él.

El paciente debe relacionarse con la sociedad médica, con otras organizaciones de pacientes, con la academia, con la industria y con aquellos que toman decisiones sobre los tratamientos.

Entre los desafíos de las organizaciones de pacientes está, entre otros, participar del diseño de políticas sanitarias e integrar espacios relevantes en la toma de decisiones.

Colaboración: Germán Morosoli