Tiempo atrás informábamos que Secundaria investigaba un caso ocurrido el pasado 11 de julio en el liceo “Dr. Miguel C. Rubino” de nuestra Ciudad, donde  un docente resultó herido en la cabeza al ser alcanzado por el disparo de un arma de “chumbos”.

Tras cuatro meses de ocurrido el hecho, nada se ha dicho sobre el tema y si se tomó alguna medida en los ámbitos que corresponde.

Recordemos a nuestros lectores, que el episodio, que según las primeras hipótesis se habría tratado de una broma, tuvo como protagonistas a un hombre mayor de edad encargado de las tareas de servicio y limpieza en el liceo y a un profesor.

El hombre estaba maniobrando un arma con “chumbos” para alejar palomas del edificio. “En determinado momento apuntó -como jugando- para la Bedelía donde estábamos reunidos. Yo estaba sentado y se escuchó una detonación, comencé a sangrar, me tapé la cara con la mano, pero me dijeron que el arma no estaba cargada”, explicó el profesor .

La gravedad del hecho se establece en la presencia de un arma dentro del Instituto si bien no había alumnos por las vacaciones de invierno.

El plomo le alcanzó la parte derecha de la cara, por lo que fue derivado por precaución a la mutualista local, recibiendo un rato después el alta médica al constatarse que la lesión no revestía gravedad.

El docente, semanas después, comenzó a sufrir cefaleas y decidió acudir al médico. El profesional le ordenó un estudio tomográfico.

“Dos meses después, una tomografía reveló que tengo el chumbo en el cráneo. Se alegó que estaba descargada el arma”, dijo mientras se pregunta por qué “la dirección no comunicó el hecho a Secundaria y no observó ni amonestó al funcionario”, ya que entiende que desde hace un tiempo tiene previsto jubilarse el próximo año.

“No hay peligro pero igual tengo que enfrentar una intervención quirúrgica menor para extraer el chumbo del lugar, que quedó alojado a milímetros del ojo derecho y de la sien”, indicó.

Desde estas declaraciones hasta ahora, todo sigue igual, como si nada hubiera pasado.