En las calles mas transitadas de las principales ciudades del mundo, artistas, desocupados, estudiantes y bohemios utilizan su cuerpo como soporte de expresión artística. Así permanecen inmóviles durante largos periodos de tiempo en un fenómeno que se ha venido a llamar “estatuas vivientes” o “estatuas humanas”. Esta inmovilidad se rompe a veces al realizar nuevas poses que complementan la representación que interpretan en la vía pública.

Durazno vive desde hace unos años esta exhibición de un arte cuyos orígenes datan del  teatro callejero y a lo largo de la historia hay muchas manifestaciones de esta expresión artística. Se piensa que puede remontarse a una práctica de la antigua Grecia en la que enviados especiales se disfrazaban de estatuas para espiar al enemigo, sin ser detectados.

El Campeonato del Mundo de estatuas vivientes se celebra anualmente en la población de Arnhem en Holanda. Los mejores artistas callejeros se reúnen allí para conseguir el título de Campeón Mundial.

En la sala Lavalleja hoy, el público, con un alto porcentaje de niños, disfrutó de las estatuas vivientes y los mimos

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Fotos: Jesús Correa