Nació en Durazno un 21 de mayo de 1872.

El recordado Orlando Aldama en una conferencia que dictara en el Teatro Español a fines de la década del 70 decía algo que entonces y ahora compartimos: “Para algunos, sobre todo los integrantes de las nuevas generaciones, Penza es un nombre de nuestro nomenclátor” y quizás no todos sepan que es “un nombre que ha llegado a ese puesto de honor, por haber sido, un antiguo y respetado vecino de Durazno, un médico correcto y capaz, querido por sus coterráneos, un creador de hospitales, un señor de destaque en nuestro ambiente social”. La vida y obra del Dr. Emilio Penza es digna de conocerse, ante un nuevo aniversario de su nacimiento, para que su ejemplo no se pierda en el tiempo y su nombre no sea sólo el nombre de una calle, o del hospital o de una escuela, dedicamos a él esta breve semblanza. Hablar de Penza, será siempre hablar de Durazno, porque ayer como hoy, en su tiempo o en el nuestro, será siempre el Hombre, el Médico, el Músico ó el vecino inolvidable.

A instancias de su tío, llamado igual que él, estudió medicina

en Italia y regresa a su terruño, nuestro Durazno, al iniciarse el siglo XX alcanzando desde su arribo una destacada popularidad por su saber y generosidad. Apreciado y reconocido por la sociedad en la que le correspondió vivir, participó en múltiples comisiones y cargos importantes durante toda su existencia. Fue presidente de la Junta Económico Administrativa, Presidente del Club Uruguay, Director del Hospital, Presidente de la Sociedad Médico Quirúrgica del Centro e integrante del Ateneo de Durazno. Vivió siempre dando de sí, participando en toda obra de progreso, impulsó el ornato arbóreo de nuestra ciudad. Su parque, “El Recreo” y los árboles del antiguo hospital fueron parte de su obra en ese sentido.

Este hijo ilustre de Durazno, había nacido un 21 de mayo de 1872, era hijo de Don Oreste Penza Spinelli y de Dña. Antonia Berlingieri. Murió en Durazno el 1º de setiembre de 1960.

Su hombría de bien, su saber, su altruismo, su humanismo, su solidaridad, su compromiso y generosa entrega a los demás, lo mantienen aún como un ejemplo a imitar.