Foto: Ramón Pérez.

Por Carlos Fariello.
Tanto hemos escrito sobre el café y los lugares obligados para beberlo y disfrutarlo, incluso hasta nos hemos metido con la historia de estos boliches en Durazno, que hoy añoramos su presencia.
A guisa de qué viene esto, pues por pandemia y por cierta costumbre no hay lugar abierto ahora para compartir un café.
Esto quiere decir que podríamos acceder al Guinness como “el pueblo que no tiene un café”
Por qué no?
Durazno rompe todos los moldes.
Aún habiendo un añejo local, éste no abre por las mañanas.
Cuestiones de presupuesto dicen, sobre lo cual no me voy a meter a opinar.
Nos debemos un café y que sea cuanto antes porque tenemos mucho que hablar y celebrar.
Foto: Ramón Pérez