Bernabé Michelena nació en Durazno, el 13 de diciembre de 1888.

Comenzó sus estudios en el Círculo de Bellas Artes, en Montevideo, bajo la dirección de Carlos María Herrera. Siendo todavía muy joven, ingresó en el taller del escultor italiano Felice Morelli. Realizó su primer viaje a Europa en 1913. Posteriormente, y como consecuencia de dos becas recibidas en 1916 y en 1928, la primera otorgada por el Banco de la República Oriental del Uruguay y la segunda por el Ministerio de Instrucción Pública, volvió a viajar al continente europeo en dos ocasiones más.

En París, ciudad en la cual estuvo radicado varios años, le dedicó especial interés al estudio de las obras de Rodin, Bourdelle, Maillot y Despiau. En Montevideo fue fundador, con otros artistas, de la Escuela Taller de Artes Plásticas (ETAP), en la cual ejerció la docencia y llegó a ser su director. Obtuvo el primer premio en la Exposición del Centenario del Uruguay (1930), realizada para celebrar los cien años de la aprobación de la primera Constitución que rigió la vida institucional del país. Años más tarde, en 1937, recibió el Gran Premio en la Exposición Internacional de París, con un busto del poeta uruguayo Enrique Casaravilla Lemos. La misma distinción (Gran Premio en escultura), le fue otorgada en el VI Salón Nacional de Bellas Artes (1942).

Una de sus esculturas más representativas es el Monumento al Maestro, realizada en granito rojo y emplazada en el Parque José Batlle y Ordóñez de Montevideo, friso de bajorrelieves que centra, un poco más avanzada, a la figura femenina de vigorosos volúmenes. Realizó, entre otras obras, una serie de bustos de artistas y de escritores uruguayos (José Cuneo, Eduardo Dieste, Alberto Zum Felde, Manuel de Castro, Carmelo de Arzadun, Adolfo Pastor, etc.).

En nuestra ciudad, varias de sus obras le recuerdan en forma perenne: los hipocampos de Plaza Artigas, el Busto al Gral. Fructuoso Rivera, las estatuas en areniscas que del Cementerio pasaron a Casa de la Cultura donde fueron recuperadas tras un inevitable deterioro, el Busto a Ernesto Herrera en Plaza Independencia, la estatua a la Madre María en el templo del mismo nombre, la escultura en la tumba de los Píriz en el

Cementerio local, donde sus restos y los de Rubino estuvieron por un tiempo, la Venus que estaba en el viejo recreo Penza y varios trabajos en yeso que se conservan en el Museo “Arq. Eduardo González Pose” del Liceo Rubino.

Michelena fue uno de los escultores de mayor incidencia a nivel urbanístico. Su obra alcanzó a través de una escultura de aliento monumental, el equivalente de la pintura planista. Realizó bustos de personalidades del ambiente local con ocasional audacia formal. En la talla directa evidenció su capacidad de síntesis.

Bernabé Michelena Falleció en Montevideo el 30 de junio de 1963.