Una especie de nueva coalición política en la Junta Departamental, en conferencia de prensa efectuada en la mañana de este viernes para la cual no fue notificado Durazno Hoy, denunció mal uso de fondos públicos por el intendente y su bancada de ediles, tras un contrato en comisión, que según informaron fue por amiguismo.
La información que proporciona en Telenoticias Canal 8, nuestro colega José Luis Ligüera, tiene, entre otras, manifestaciones como “La persona contratada para el mantenimiento del edificio del legislativo debió de hacerse por concurso”.
Lerena tildó de muy grave el tema, porque no se hacen cargo, “No miran nada, hay contratos onerosos”
“No hay compromiso con nadie y esta coalición departamental, está conformada por ediles que piensan diferente, y queremos lo mejor para el departamento”, señalan.
No deberían existir dos opiniones en el ingreso a la función pública. El concurso es el mecanismo lógico, cristalino y democrático. Por consiguiente, si el ingreso que ameritó el malestar de los ediles denunciantes no tuvo esa legalidad, es justo que se denuncie.
Ahora, cuantas cosas se han ido permitiendo a lo largo de los años en la Junta departamental en la mayoría de los casos en forma solapada?
¿Cuántos “arreglos por amiguismo” han logrado algunos ediles que llevan décadas en el Cuerpo?
¿Cuántos dicen al pueblo quienes son sus secretarios que reciben entre 60 y 72.278 pesos mensuales más viáticos?
¿Cuántos para no quedar en evidencia se intercambian los secretarios – “tus pones el mío y yo el tuyo” y aparecen así favorecidos familiares directos?
En cuantas ocasiones los ediles no presentan, como lo establece la norma, ¿en tiempo y forma sus declaraciones juradas ante el organismo?
El tema hoy es un funcionario que ingresa a trabajar de forma no ética y que, por las expresiones reiteradas de “no es nuestro”, parece apolítico.
El artículo 21 de las normas de conducta que rigen para un edil establece “Se observarán los principios de respeto, imparcialidad, rectitud e idoneidad y evitarán toda conducta que importe un abuso, un exceso o desviación del poder, y el uso indebido de su cargo o su intervención en asuntos que puedan beneficiarlos económicamente o beneficiar a personas relacionadas directamente con ellos.”
Creo que, si hacemos un estudio minucioso del pasado legislativo duraznense, nos encontraríamos con casos de claro incumplimiento de la norma.
En síntesis: enhorabuena que los ediles pongan énfasis en eliminar el amiguismo y cortar de raíz la costumbre de los ingresos por vinculación política y/o amiguismo.
La sociedad exige y espera que los ediles desempeñen sus funciones con honestidad, imparcialidad y profesionalismo.
Mientras a algunos, el dedo acusador apunta a su pecho, las señales de un nuevo camino indicado a la prensa, nos hace pensar que tal vez el futuro sea más cristalino.