El 19 de octubre, Día Mundial de lucha contra el Cáncer de Mama, se ha convertido en una fecha muy especial de sensibilización y recuerdo de una enfermedad tan conocida y que afecta a tanta gente como esta.

El cáncer de mama es un tumor que afecta especialmente al «tejido de la glándula mamaria» y suele darse más habitualmente en mujeres que en hombres, aunque estos también pueden sufrirlo. De hecho, 1 de cada 8 mujeres tiene riesgo de padecer esta enfermedad a lo largo de su vida.

A pesar de que la incidencia de esta enfermedad ha ido creciendo con el paso de los años, cada vez es menor la mortalidad. Todo esto ha sucedido gracias a los métodos de detección precoz y al avance de los tratamientos, que han evitado que este tumor se expanda y han conseguido que las muertes por cáncer de mama disminuyan un 40 por ciento de 1989 a 2017, según la Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS).

Una paciente oncológica….

Nuestra amiga y colega Andrea Ferreira Rocío, escribía en su Facebook una reflexión que nos pareció de enorme valor y que nos ha autorizado a publicarla.

“Hace un año atrás estaba exactamente a un día de ser operada de una de mis mamas. Ya desde hacía varios meses en tratamiento de quimioterapia. Sin pelo, demacrada, con algunos kilos menos, con dolencias físicas incomparables a nada que haya experimentado antes. ¿Una paciente oncológica de pies a cabeza- Yo? si… yo.

¿Por qué no a mí? Por qué no a vos?

El cáncer de mama es el más común entre nosotras. Llega precipitadamente, sin avisar y se instala, se apodera, se hace dueño de nuestro cuerpo. Ya dejamos de tener el control. Empezás a aprender a convivir con él. La opción que te queda es aceptarlo y a la vez no darle tregua.

Es muy caro el precio para la cura. Si!!!! Pero sin dudas vale la pena.

La vida vale la pena, nuestros hijos para las que somos madres, nuestra familia, nuestras amistades que no nos abandonan, ¡¡¡¡valen la pena!!!! Autoexámen y prevención… siempre!!!!”