España siempre ha sido considerado como uno de los países con mejor gastronomía, y eso es debido a sus grandes productos como el jamón serrano.

Se cree que el nombre de jamón serrano está relacionado con el lugar donde se curaban los jamones, es decir, en la sierra.

El proceso de curación fermentación del jamón es un trabajo artesanal que requiere de la experiencia y cuidado de los maestros artesanos y este trabajo se realizaba –y se realiza– en las cordilleras españolas donde se dan las condiciones exactas de temperatura y humedad que necesitan los jamones para estar en su punto.

Se trata de uno de los alimentos insignia de la dieta mediterránea, un artículo de alta cocina y un lujo para el paladar. Y es que pocos platos existen que puedan llegar a gustar más gente.

El jamón serrano, forma parte de la historia de España y es uno de los elementos esenciales de su contexto cultural.

El arte de salar y curar jamones es una herencia gastronómica que ha sobrevivido a través de los siglos, y que hoy en día se mantiene vivo en sus procesos de elaboración.

Es fisonómico encontrar los jamones agrupados en muchos lugares gastronómicos y en uno de ellos, dialogamos con su responsable que nos contó del tiempo que lleva el proceso hasta el momento de ponerlo a la venta.