Sebastián Amaro fue despedido el jueves en la Quinta del Horno, lugar en el que se depositaron sus cenizas junto a un árbol que se plantó en su recuerdo.

Al hacer uso de la palabra, el intendente José Luis Falero dijo que estar en ese lugar era «uno de los deseos del ‘Seba’».

«A veces, cuando charlábamos, él decía: ‘Si algún día me muero, me quiero quedar acá, para saber qué están haciendo», comento el jefe comunal.

Falero manifestó que Amaro fue alguien a quien «todos aprendimos a querer. Alguien solidario, de mano tendida, que creía que siempe se puede hacer algo mejor».

«Estando el ‘Seba’ en cualquier reunión, estábamos todos con una sonrisa. (…) Y aunque sé que no es fácil, el quería que en momentos como este, lo recordáramos de esa forma», añadió.

El intendente remarcó que lo de esta mañana no fue un homenaje sino «un reconocimiento que le debíamos a alguien que ha hecho mucho por San José y lo ha dejado en lo más alto»

Falero también recordó las dudas de Amaro cuando le ofreciera ser Asesor en Eventos de la comuna. «¿A vos te parece que yo puedo ser funcionario?» le preguntó en aquella ocasión.

Sin embargo, el jefe comunal destacó que, con el paso del tiempo «se ilusionó y se encariñó con el trabajo».

«Me siento orgulloso y seguramente todos los que estamos acá sintamos lo mismo, por haber contado durante 47 años de vida con alguien como Sebastián», dijo.

Al cerrar, pidió a Sebastián que «nos ayudes para seguir por el camino del cariño, la amistad, la simpatía y, sobre todo, la solidaridad que siempre cultivaste».

Gran cantidad de allegados, compañeros de trabajo, amigos, artistas, y autoridades se hizo presente para tributar su último adiós al «hombre del sombrero de ala ancha».