Recordando a Popea

Este 4 de octubre, se cumple un año de la muerte de Popea Sanchez de Monza.

Popea Sánchez Galarza vivió su vida con la alegría de servir a la Comunidad. Desde sus orígenes en la humildad de su casa de La Paloma, descubrió un amor muy entrañable por todas las manifestaciones populares y en forma muy especial, por el folclore.

Es en esta faceta donde tuvimos la oportunidad de verla actuar, trabajando durante varias décadas en la organización del Festival de Durazno, como antes lo habían hecho sus hermanos Weisman, Elman y Honeín.

Popea con su presencia, le dio un toque particular a las Comisiones que integró. Su dedicación, seriedad, responsabilidad fueron claves para una tarea difícil pero que realizaba con naturalidad, porque amaba lo que hacía.

A lo largo de los años, fue una referente para nuestro evento y también para los propios artistas, amateurs o profesionales, que tuvieron de ella el estímulo, el apoyo y en muchos casos el asesoramiento. Su casa, su rincón guardaba como un tesoro, música de cientos de intérpretes y solía salir permanentemente a espectáculos donde estos se presentaban, logrando un vínculo que iba más allá de lo personal, para hermanar a Durazno con otras regiones.

La distinción que recibiera del “Charrúa de Plata”, fue un premio más que merecido por esa tarea, por el darse permanentemente, por la defensa de un evento al que defendió hasta los últimos días de su vida, a pesar del sufrimiento que sabemos soportaba por los cambios de los últimos años.

Alejada de la organización, mientras tuvo fuerza, en cada Festival se ubicaba a un costado del escenario donde disfrutaba a pleno de la música y la danza y donde recibía permanentemente el saludo de quienes le querían y le valoraban.

Su muerte ocurrida el 4 de octubre de 2017, dolió profundamente y duele todavía. En nosotros quedará para siempre el recuerdo de esta generosa mujer, amante de la música y de las flores y dueña de una sonrisa inolvidable.

Jesús Correa