El río está volviendo lentamente a su cauce, después que las últimas lluvias provocaran su ascenso.

Y la primavera se asoma, con días espléndidos, con sol a pleno y temperaturas agradables.

Esos lugares habituales para recorrer, jugar, pasear, que la ciudad tiene en torno a su río, se aprovechan por la niña que, ignorando la creciente, corre con su perro en una desenfrenada y risueña carrera.

Imagen de setiembre en Durazno.