Cuando lo escribe un hijo
José Ricardo Diaz es un personaje muy apreciado en Durazno, de estrecha vinculación con lo tradicional y payador de los que participaron en los primeros movimientos tendientes a crear un Festival Nacional de Folclore. Su hijo, ha escrito un poema que comparte en su página de facebook y que en honor al protagonista nos permitimos compartirlo con nuestros lectores.
A MI PADRE (El Gaucho Díaz)
Con su cansado redomón retorna,
y el bienestar de su deber cumplido,
trae sazón de encanecida Patria
de la salvaje transición de un siglo;
en su ideal se glorifica “el Gaucho”,
en su carácter se eterniza el indio;
abriendo el pecho su guitarra criolla
suele ser chispa de un fogón amigo.
Es payador, de nuestro Hidalgo, verbo,
bravo trovero que encarnó en un libro,
es campo agreste, atardecer, y es ave,
es agua clara y susurrar del río;
hombre de rancho de terrón y paja
del corazón del Uruguay antiguo:
grupa, recado, soledad, carencia,
ronda y arreo y animal arisco,
sobre el arado y el sudor se escriben
su humilde estampa y su acallado grito;
blanco y celeste su bendito poncho
cubre su estirpe de acentuado estilo,
de mano franca, de accionar derecho,
rauda su entrega y corazón sencillo.
Triunfante vuelve de lidiar la vida
y se ha guardado en su saber un tiro;
quizá le ronde un galardón, lejano,
en su rutina de agostado tino
aunque le invade el desamor del mundo
y de la oscura eternidad, su olvido,
basta recuerde que soñó un poeta
en el genuino manantial de un hijo.
Autor: Ricardo Díaz
Romance endecasílabo sáfico.