Fecha histórica.

Antigua foto postal de la obra e Blanes, "Batalla de Sarandí".
El 12 de octubre se recuerda la fecha en que la expedición de Cristóbal Colón llegó a las costas de una isla americana, en 1492. A partir de entonces se inició el contacto entre Europa y América, que culminó con el llamado «encuentro de dos mundos», que transforma las visiones del mundo y las vidas tanto de europeos como de americanos.
Es importante considerar este descubrimiento pensando en un «más allá del día de la raza » sino como una oportunidad para articular los hechos históricos con las lógicas que propician el pensamiento de las diversidades, de la igualdad de condiciones y el respeto por las diferencias. Es por ello que es interesante pensar a este día como el de las diversidades culturales americanas.
En nota aparte, nos referiremos a la fundación de la Ciudad de Durazno, pero En Uruguay, en esta misma fecha pero bastante más cerca en el tiempo, ocurrió otro hecho importante para nuestra historia pero que, por estar escondido detrás de la conmemoración de la gesta de Colón, a veces pasa un poco desapercibido.
Me refiero a la Batalla de Sarandí. Aquella que los orientales libraron el 12 de octubre de 1825 contra las tropas brasileñas enviadas a detener el avance de la Cruzada Libertadora.
“Lavalleja en las puntas del Sarandí libra el 12 de octubre siguiente la más importante batalla hasta entonces en los anales militares rioplatenses. Un fuerte ejército brasileño de 3.000 hombres de caballería, al mando de los célebres guerrilleros riograndenses Bento Gonçalves y Bentos Manuel Ribeiro, es arrollado por los patriotas “sable en mano y carabina a la espalda”, diezmado y perseguido por más de dos leguas, dejando en el campo numerosos muertos, heridos y prisioneros.” (1998: 36).
El ejército oriental estaba compuesto por tres cuerpos, el de la izquierda comandado por Rivera que venía de vencer en Rincón, al centro los comandados por Manuel Oribe, y a la derecha el grupo al mando de Pablo Zufriategui, que había desembarcado con Lavalleja en la playa de la Agraciada.
Según los relatos, al amanecer ambos ejércitos se encontraron enfrentados. Los brasileños iniciaron el ataque, a caballo, avanzando en tropel y al galope tendido hacia los soldados de Lavalleja.
Al acercarse, Lavalleja dio a su ejército la orden de atacar en la misma forma, con su célebre voz de “carabina a la espalda y sable en mano”.
El combate se trabó en un feroz entrelazamiento de ambas fuerzas a caballo, en un cuerpo a cuerpo donde el sable fue el arma predominante. El ejército brasileño fue poco a poco dominado, y finalmente se batió en retirada; siendo perseguido a la desbandada por los combatientes orientales, por una distancia mayor de dos leguas.
Como consecuencia de esta batalla, primeramente todo el centro de la campaña oriental quedó dominada por los orientales, quienes lograron constituirse en el Congreso de la Florida y solicitaron la reunificación con las Provincias Unidas del Río de la Plata (Argentina).
El Congreso General Constituyente reunido en la ciudad de Buenos Aires aprobó el 24 de octubre una Ley de Reincorporación de la Banda Oriental a las Provincias Unidas del Río de la Plata, restableciéndole el nombre que le había dado José Gervasio Artigas: Provincia Oriental. De todos modos, el ejército brasileño retenía el dominio del nordeste, lo que le permitía mantenerse en contacto con su territorio metropolitano.