La Lanera: «Todo es posible, siempre y cuando realmente creas en ello».

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Al encenderse en la noche de este martes, la iluminación en la canchita de La Lanera, un sentimiento emocionado recorrió indisimuladamente en cada uno de los que han trabajado para engrandecer al club del barrio y que ven que van quemando etapas y que se obtienen logros importantes.

Es que encandilados por la fama y la pasión que puede despertar en cada uno las instituciones añejas y tradicionales, muchas veces no notamos que el club del barrio en que vivimos, va más allá de las luchas deportivas.

Son herramientas clave y eficaces en materia de integración, inclusión social, y promoción cultural. Una herramienta para salvar a los niños de las amenazas que los rodean, y paralelamente rompe cualquier diferencia de estatus social-económico en pos de la habilidad y el hecho de compartir un interés en común y aprender a trabajar en equipo.

Esos duraznenses, en su mayoría anónimos, están logrando en La Lanera el premio que se merecen.

Los niños que juegan en sus diferentes categorías, encuentran el respaldo que va más allá de los propios resultados deportivos.

Sus dirigentes, están dando pasos agigantados en la creación de espacios que además de jugar al fútbol, incitan al encuentro y a la socialización, a hacer amistades, construir vínculos afectivos sólidos, con todos los beneficios que ello reporta en el plano social, la salud y la mente.

Es entonces hora de felicitar y agradecer a la dirigencia de La Lanera por el esfuerzo, sabiendo que tanto bien le hacen a niños y jóvenes, especialmente a los de menos recursos, porque los alejan de los vicios y de la calle, y les ofrecen una contención segura.

En una época como la actual en la cual las relaciones pasan y se cultivan más en un plano virtual, los clubes de barrio, que nacieron en otro tiempo y se manejan con códigos de antaño (por suerte): valoración y transmisión de tradiciones, expresión de sentimientos de pertenencia, etc., pero que siguen representando en muchos lugares ese espacio único e irremplazable de integración y promoción deportiva y cultural, deben ser cuidados y apoyados.