Homenaje a Herrera
Se cumple hoy un nuevo aniversario del nacimiento del Dr. Luis Alberto de Herrera, por lo cual dirigentes y adherentes del Partido Nacional se reunieron junto al Monumento que le recuerda en plaza Sarandí.
Enla oportunidad fgue colocada una ofrenda floral.
Luis Alberto de Herrera y Quevedo (Montevideo, 22 de julio de 1873 – 8 de abril de 1959) fue un político, periodista e historiador uruguayo, principal caudillo del Partido Nacional durante más de 50 años. Fue una de las principales figuras políticas de Uruguay en el siglo XX. Herrera integró el Consejo Nacional de Gobierno de Uruguay entre 1955 y 1959. El Consejo Nacional de Gobierno fue un Poder ejecutivo colegiado establecido por la Constitución de 1952. Estaba compuesto por nueve consejeros electos en forma directa por cuatro años, sin reelección inmediata. Al partido más votado le correspondían seis consejeros y al que le seguía, tres.
Entre 1955 y 1959 el Consejo estuvo integrado por seis consejeros del Partido Colorado (Luis Batlle Berres, Alberto Fermín Zubiría, Arturo Lezama, Carlos L. Fischer, Justino Zavala Muniz y Zoilo Chelle) y por tres del Partido Nacional (el propio Herrera, Ramón Viña y Daniel Fernández Crespo).
En una acalorada discusión en el seno del Consejo el 27 de diciembre de 19563 un adversario le recordó a Herrera que su posición política era minoritaria: «Doctor Herrera: o se calla la boca o se retira». Herrera, en una actitud propia de su estilo, le respondió: «Ni me callo, ni me voy».
En las elecciones de 1958 pactó con el líder de la Liga Federal de Acción Ruralista, Benito Nardone, de origen colorado. Dicha alianza le significó fuertes críticas de sectores blancos, que acuñaron el término «loqueseísta» para definirlo.
Pero el Partido Nacional obtuvo una rotunda victoria en esos comicios y regresó al gobierno después de 93 años. Dentro del lema, que albergó esta vez a todos los blancos, Herrera (con 85 años) superó a la Unión Blanca Democrática (UBD) por 11 000 votos. Entonces ya era una figura nacional, que recorría las calles de Montevideo en su viejo Ford V8 modelo 1937, a veces a contramano por la izquierda y recibía a los visitantes en su famosa casa quinta de la calle Larrañaga 3760 (hoy avenida Luis Alberto de Herrera), donde vivía con modestia (había gastado su fortuna en la política). Después de la victoria, en la que no había sido elegido para ningún cargo, Herrera trató de influir en el nuevo gobierno, pero Nardone prescindió de su influencia, lo que llevó a una rápida y radical ruptura: «Una comadreja colorada se ha metido en el rancho de los blancos».
Falleció el 8 de abril de 1959.