Y tal vez las semillas  cayeron de esas manos

y posaron sin ruido en la preciada tierra

y hoy el árbol se asoma  muy compadre y ufano

y la imagen no sabe el mensaje que encierra.

La del hombre deseado, respondiendo a su esencia,

la de la vida misma donde la feliz  cosecha,

comienza siempre en cuidadosa  siembra.